El sexo y los imaginarios eróticos patriarcales son temas necesarios a tratar para construir una sociedad sana y pacífica. Reapropiarse del cuerpo como espacio de gozo, júbilo y conexión amorosa es un acto de rebeldía consciente al sistema que nos quiere habitando cuerpos infelices (Ver: Los cuerpos tristes) y generadores de violencia. (Ver: Trauma patriarcal)
Seguimos siendo educados en la erótica de la violación y el sometimiento de personas. El caos se incuba en las primeras aproximaciones al sexo y generalmente se da desde la pornografía, prostitución y/o abuso (Ver: Porno y trauma). Los códigos de masculinidad dominante son mayoritariamente violentos y replantear el cuerpo como espacio de placer, paz y equidad es construir un erotismo pleno y sano.

Des – pornograficar el imaginario sexual es un punto clave para generar una relación amorosa y sana con el cuerpo y las otras personas. No se pueden habitar relaciones sexuales y afectivas plenas cuando se sostienen imaginarios pornopatriarcales y violentos. Una de las tareas, sobre todo de los hombres, es exorcizar el cuerpo y la mente de la programación violenta de la pornografía y el abuso, para así integrar el gozo y el júbilo de los cuerpos en equidad y conexión erótica.
Te invito a escuchar este podcast:

Blog
- Conferencias Online – Masculinidades, bienestar y paz.
- Caso Ricardo O’Farrill: Masculinidad, venganza y salud mental.
- Hombres, violencia y #NoPor – Christian Ortíz
- Los odiantes y la Revolución amorosa – Christian Ortíz
- Conferencia: Masculinidades y procesos de paz para la prevención y atención a la violencia.