Hombres: Florecer a la ternura.

«Disidencia patriarcal y sanación.» – Christian Ortíz

La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar.

Eduardo Galeano.

Todos tenemos derecho a florecer a la ternura, amor y conexión. No somos los siempre fuertes, ni los insensibles. No somos el eco de las creencias de nuestra tribu, hay algo más dentro. Es una presencia indómita que busca tocar y ser tocada con amor.

Florecemos en nuevos prados muy poco explorados, muy lejos de la tribu conocida, aquella tribu que nos mutiló para hacernos como guerreros ciegos; nos han entrenado como máquinas de guerra y dominación. (Ver Trauma patriarcal)

Caminamos senderos preestablecidos, caminos hostiles y confusos donde se nos pide arrancarnos el corazón. (Ver Mutilación Emocional)

Nuestra mutilación emocional es transgeneracional, no nos pudieron dar lo que no tenían, solo lo que les fue dado. Es tiempo de despertar y romper las cadenas para no trasmitir el trauma a las siguientes generaciones. Nuestro legado será la rebeldía (Ver Romper El pacto patriarcal), nuestro trabajo, la conexión amorosa con nosotros mismos y los demás seres.

Es tiempo de mirarnos compasivamente, pero sin justificaciones, abrir los ojos de la compasión lúcida; sin justificar nada, sin negar nada, aceptando como herimos y somos heridos.

La vulnerabilidad será la puerta hacia el mudo de adentro, ahí es donde vive el niño herido que se cubre de violencia y rabia; ya no es necesario vivir en esa prisión.

Nuestras parejas no nos pueden salvar de la propia confusión, no son responsables de nuestra rabia, dolor o violencia; solo nosotros podremos retornar a la ternura (Ver Masculinidad y pedagogía de la ternura) y florecer en amor lúcido.

Agradezco profundamente la oportunidad de aprender, conocer y compartir. Creo que otros mundos son posibles y que los hombres somos parte del camino hacia estos nuevos horizontes. Deseo de corazón que más hombres intentemos despertar y hagamos nuestro camino de retorno a la ternura.