La mayoría de los varones fuimos criados por madres que internalizaron formas de maternar muy destructivas (principalmente para sí mismas), ellas no son culpables de esto, todo el sistema ha reforzado estos conceptos de maternidad abnegada, sufriente e incondicional. Para trabajarnos nuestros machismos es necesario “reacomodar” nuestra relación con la primera mujer de nuestra vida: Mamá.
En múltiples espacios se habla de la violencia de género y de cómo se vive en la pareja. Sin embargo, es poco usual abordar las violencias emitidas hacia mujeres por parte de hijos con comportamiento machista.

El concepto idealizado de maternidad es profundamente destructivo, dicta que el amor ha de ser incondicional, y esto afecta la forma en la que aprendemos a tratar a las mujeres desde el principio. En este primer vinculo comenzamos a creer que nuestra madre es incansable e incondicional, así comenzamos a normalizar la explotación, falta de límites y el merecimiento absoluto de satisfacción.
Cuando somos niños, esto no es tan alarmante, sin embargo, esa misma atmosfera emocional es llevada a diferentes etapas de vida, hasta llegar a la adultez. No es poco usual encontrar a hombres de 25 años exigiendo a sus madres cuidados, comida, atención, etc.
Cuando paramos a pensar en todo el trabajo gratuito que las madres “hacen por amor” comenzamos a ver lo mal que esta todo. Mujeres de más de 60 años limpiando la casa de su hijo adulto, lavando ropa o incluso manteniéndolo económicamente.
¿Hasta cuándo vamos a seguir explotando a la primera mujer de nuestra vida? ¿Cómo podremos relacionarnos bien con las mujeres, si a nuestra madre la seguimos maltratando?
Te quiero compartir una lista de posibles abusos que se emiten a las mujeres que son nuestras madres, esto no es para sentirse mal o lastimarse, es para hacernos responsables de la educación machista que cargamos y de la cual no somos culpables (pero si responsables de cambiar).
Abusos y violencias a mujeres/madres:
- Hacerlas nuestras empleadas domésticas. (sin pago ni prestaciones)
- Exigir que aguante nuestro mal humor.
- Culparlas de ser como somos o de lo que pasa en nuestras vidas. (Muy a la Freudiano)
- Exigirles el cuidado de nuestros hijos e hijas. (Hasta de nuestros animales de compañía)
- No devolver dinero que nos prestaron.
- Gritarles e insultarles.
- Ridiculizarlas.
- Ignorarlas.
- Usar sus pertenencias y recursos sin permiso.
- Presionarles para que sigan casadas con sus parejas.
- No aceptar que pueden tener otras parejas.
- Robarles.
- Golpes o empujones.
- Abuso sexual. (Es más usual de lo que creemos, en la mayoría de los sitios porno es usual los contenidos de madres violadas por sus supuestos hijos y anualmente se reciben multiples denuncias de mujeres violadas por sus hijos, sigue siendo un tema tabú del cual no se habla mucho.)
- … la lista sigue hasta llegar al asesinato – Matricidio – feminicidio.
Te recomiendo este PODCAST en donde hablo a profundidad sobre el tema:
Si no nombramos nuestra realidad, no podrá ser transformada.
Aunque parezca difícil de aceptar, es muy probable, que tengamos algunas o muchas de las manifestaciones machistas y violentas de la lista. Nuestro trabajo es hacer un esfuerzo consciente de cambio, no victimizarse por la propia historia de dolor y dejar de emitir estas conductas. Si es muy difícil dejarlas de realizar, lo mejor será reducir el contacto con nuestras madres para no seguir reforzando violencias dentro del sistema familiar. No es malo alejarse (física y/o emocionalmente) en lo que se trabaja en resolver la propia violencia. Es importante aceptarlo y comentarlo con la madre, para que entienda y en caso de alejarnos no lo interprete como abandono, entendiendo que es un acto de responsabilidad y amor.
La mayoría de nuestras madres, ya sea por temas generacionales y circunstancias personales son sobrevivientes de múltiples tipos de violencia. Lo más usual es que tengan normalizada la violencia de género y nos digan que ellas no se sienten violentadas, sin embrago, debemos comprender que pueden estar muy lastimadas y se han acostumbrado al dolor de “Así son todos los hombres”.
Es cierto que no podemos cambiar el mundo, pero si podemos hacer de nuestro mundo y de nuestras relaciones algo más sano, bonito y satisfactorio; regálate la oportunidad de trascender el machismo de poco a poco y abre tu corazón para regalar a tu madre y a las mujeres de tu vida una versión más sana y amorosa de ti.
¡Todas las personas merecemos vivir relaciones sanas y amorosas!
Christian Ortiz / Psicólogo.
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Enhorabuena por el artículo. Me admira tu claridad de ideas. Ojalá voces como la tuya sean escuchadas y las mujeres tengamos más y mejor espacio para poder vivir.
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